Paisajes
Hay varias formas de ir al Tibet, la más fácil es desde Katmandú (en autobús o avión) en Nepal, otras es volando a Peking (China) y tomando otros vuelos para Lhasa y ahora desde hace dos años hay un tren construido por una empresa Canadiense que va desde Golmud a Lhasa el tramo que faltaba hasta el Tibet, sus billetes van desde Peking-Lhasa desde 50 a 150 $ USA depende del sillón o litera, desde Xining o Golmud por 100 $ USA aprox. se puede ir en cama de lujo.
Cuando yo hice el viaje hace 14 años lo hice por una ruta muy lenta pero muy interesante y enriquecedora, desde Pakistán cruzando los Karakorum hasta China y de allí poco a poco hasta Lhasa por la ruta central, hay una 3 rutas posibles y hay que hacerlas durante el verano ya que en Invierno suelen ser intransitables.
Me dirigí hacia el Lhasa desde Golmud a medianos de Octubre, hubiera sido mejor en primavera ya que por la llegada del Invierno uno se debe apresurar para salir luego, ya que se puede uno quedar sin opciones de salir ni tan sólo en avión.
En un autobús local pasando una noche en él, luego las semanas que pasé en el Tibet nunca fueron suficientes, su agradable comida contrastada por su pobreza y sencillez, el estar siempre por encima de los 4000 metros de altura te da una percepción distinta de las cosas, recuerdo muy bien los paisajes con sus pequeños poblados y los yaks pastoreando las praderas, era al final de la cosecha y los granjeros estaban muy ajetreados recogiendo sus frutos.
Los lagos de un inmenso azul, pocas veces visto y los olores y las sensaciones de las visitas a los monasterios tibetanos.
Es de esos lugares que te gustaría volver cada 5 años y de los que nunca se tiene suficiente.
Para finalizar, parece ser que los disturbios que ocurrieron en Lhasa antes de los Juegos Olímpicos, fueron provocados por los mismos soldados chinos para así conseguir que ya no fueran noticia importante durante la celebración de los juegos de Peking. En la foto se ven los soldados del ejército chino llevando túnicas de mojes tibetanos en sus brazos, por lo que se deduce que salieron de misión disfrazados de monjes.
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