Blog ¿Hasta dónde se puede entrar al desierto?, propone un viejo acertijo. Sólo hasta la mitad, porque después se empieza a salir.
El desierto es infinito por sensación y definición: mientras se está adentro, no hay salida.
La definición ortodoxa de desierto es a la vez geográfica: zona llana sin agua, y cultural: zona despoblada, sin civilización asentada. En términos generales, la segunda definición es consecuencia de la primera: sin agua no hay posibilidad de desarrollar una cultura. Claro que la ecuación no es inalterable: desde la cultura se puede ir al desierto y darle agua, transformarlo en zona fértil; y también se puede ir contra la naturaleza y transformar una tierra fértil en desierto. En el fondo, debajo, detrás y arriba, está siempre el agua. Así, que la cuestión es: el desierto, ¿es o se hace?
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